¿POR QUÉ IMPORTA LA FORMA EN LA QUE TE APLICAS TU PROTECTOR SOLAR?
Cuando se trata de proteger la piel del daño solar, no basta con solo usar protector solar: la manera en que lo aplicas es crucial para asegurar una protección efectiva. Muchas veces, las personas no obtienen los beneficios completos de sus protectores solares debido a una aplicación incorrecta. Aquí te explicamos por qué prestar atención a cómo lo aplicas puede marcar la diferencia en la salud de tu piel.
Cobertura uniforme: clave para prevenir daños
El protector solar debe formar una barrera uniforme sobre la piel. Si lo aplicas de manera desigual, algunas áreas de tu rostro o cuerpo pueden quedar expuestas a los rayos UV, lo que aumenta el riesgo de quemaduras solares, manchas, y envejecimiento prematuro. La aplicación apresurada o con poca cantidad puede dejar zonas sin cubrir, especialmente en áreas más difíciles como las orejas, el cuello y la línea del cabello.
Consejo: Asegúrate de distribuir el protector solar de manera uniforme, tomándote el tiempo para cubrir todas las áreas expuestas, incluso aquellas que suelen pasarse por alto.
La cantidad correcta es esencial
Una de las razones más comunes por las que el protector solar no es efectivo es porque se usa en una cantidad insuficiente. Para lograr la protección que promete en su etiqueta (como SPF 30 o 50), necesitas aplicar una cantidad generosa. Los estudios muestran que la mayoría de las personas solo usa el 25-50% de la cantidad recomendada.
Consejo: Para el rostro y el cuello, usa el equivalente a una cucharadita de protector solar, y para el cuerpo, alrededor de 30 ml (una onza) o lo suficiente como para llenar un vaso de shot.
Reaplicación: el secreto para una protección continua
Incluso si aplicas tu protector solar perfectamente en la mañana, la protección disminuye a lo largo del día debido al sudor, el agua y la fricción (ropa, toallas). La reaplicación cada 2 horas es esencial para mantener la protección, especialmente si pasas tiempo al aire libre, sudas mucho o te mojas.
Consejo: Usa protectores solares en polvo o sprays para reaplicar fácilmente sobre el maquillaje o en áreas difíciles de alcanzar.
Aplicación previa a la exposición solar
El protector solar necesita tiempo para formar una barrera efectiva. Si lo aplicas justo antes de salir al sol, puede que no funcione de inmediato. Los filtros físicos (como el óxido de zinc y dióxido de titanio) actúan inmediatamente, pero los filtros químicos necesitan unos 15-30 minutos para absorberse en la piel y comenzar a protegerte.
Consejo: Aplica tu protector solar 15 minutos antes de salir al sol para asegurarte de que esté completamente activado.
Evitar la irritación por fricción
Frotar demasiado el protector solar puede disminuir su efectividad. Si lo aplicas de forma brusca o lo “arrastras” por la piel, puedes hacer que se absorba de manera desigual y no forme la capa protectora necesaria.
Consejo: Aplica el protector solar con suaves movimientos circulares o con ligeros toques, para evitar eliminar el producto mientras lo extiendes.
Cuidado con las zonas olvidadas
Áreas como los párpados, labios, cuero cabelludo, orejas y la parte posterior del cuello son a menudo olvidadas, pero son especialmente vulnerables al daño solar. Los labios pueden quemarse y desarrollar cáncer de piel, y el cuero cabelludo es propenso a sufrir quemaduras si no está cubierto adecuadamente.
Consejo: Usa protectores solares en barra o bálsamos labiales con SPF para proteger esas zonas difíciles y reaplicar sin complicaciones.
La aplicación adecuada del protector solar es tan importante como el hecho de usarlo. Al asegurarte de cubrir cada área expuesta con la cantidad correcta, reaplicarlo regularmente y aplicar con suavidad, puedes maximizar su efectividad y proteger tu piel del daño solar a largo plazo. Recuerda que la protección solar es la mejor defensa contra el envejecimiento prematuro y el riesgo de cáncer de piel, ¡así que toma el tiempo necesario para aplicarlo correctamente!.